Llamada
también Magnus Opus (la Gran Obra) o Elixir de la vida,
la Piedra Filosofal era según antiguas creencias
de magos y alquimistas, una piedra con propiedades
extraordinarias capaz de transmutar cualquier metal en oro, curar cualquier
enfermedad, prolongar la vida e incluso otorgar la inmortalidad. Debido a estas
virtudes maravillosas antiguamente fue un objeto codiciado y ansiosamente
buscado.
De acuerdo con algunas creencias
existían dos tipos de piedras:
·
La roja: que transforma los metales impuros en oro.
·
La blanca: que transforma los metales impuros en
plata.
Una teoría afirma
que el que consiga la Piedra Filosofal será capaz de transformar no sólo los
metales, sino cualquier objeto en oro; sin embargo, poco a poco irá
convirtiéndose también en oro. Una tercera teoría habla de la piedra filosofal
como una metáfora para alcanzar la perfección, donde el humano sería el metal
impuro que poco a poco va alcanzando la perfección hasta convertirse en oro.
A pesar de que
existían muchas teorías en torno a la verdadera existencia de la Piedra
Filosofal, es un hecho que los grandes alquimistas buscaron por todos los
medios la Piedra Filosofal, incluso, intentaron replicarla en sus laboratorios
y de ahí surgen un sinfín de tratados alquímicos sobre la materia y que
hablaban sobre las tres etapas del Magisterio, es
decir, las diferentes etapas para transmutar un metal impuro en oro, etapas que
se llevan varios años y que pueden resultar muy peligrosas, pues el alquimista
durante el magisterio utiliza materiales
potencialmente peligrosos, como es el caso de la pólvora.
Varios personajes
importantes hicieron referencia a la Piedra Filosofal, en la obra Nueva luz química Cosmopolita la describe de la
siguiente manera:
Es piedra y no es;
se le llama piedra por su semejanza con esta; en primer lugar, porque su origen
es verdaderamente pétreo cuando se extrae de las entrañas de la tierra: es una
materia dura y seca, que se puede desmenuzar y pulverizar como una piedra. En segundo
lugar, porque tras la destrucción de su forma, integrada por un azufre hediondo
cuya eliminación es indispensable para la separación de las partes compuestas y
ensambladas por la Naturaleza es necesario reducirla a una única esencia,
transformándola paulatinamente, de acuerdo con la Naturaleza, a una piedra
incombustible, resistente al fuego y fusible como la cera; y ello podrá hacerlo
sólo cuando recobre su universalidad.
El alquimista
Basilio Valentín realizó varios estudios sobre metalurgia y en sus
investigaciones sobre la Piedra Filosofal la describía como un material
cristalizado y conforme se estabiliza alcanza un estado sólido. En el siglo
XIII el teólogo Raimundo Lulio dijo que la piedra era color rojo rubí. Por su
parte, el alquimista francés Claude Guillermet Bérigard de Pisa decía que la
Piedra Filosofal era del color adormidera silvestra y que olía a sal marina
calcinada. Sin embargo, la gran mayoría de textos alquímicos decían que la
piedra podía ser sólo de tres colores, dependiendo de la etapa del Magisterio: negro, si estaba en etapa de putrefacción;
blanco, cuando estaba en etapa de destilación y, rojo, en la etapa final,
cuando ya podía ser utilizada para transmutar los metales.
La Piedra Filosofal
ha sido también una verdadera fuente de inspiración literaria, Harry Potter y la Piedra
Filosofal es
sólo un ejemplo de la cantidad de libros que han hecho de la Piedra Filosofal el
argumento central de sus historias.
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